No solo con bombas y balas se disparan las ideas
Por: Ximena de la “D”
Hoy en día en, nuestra sociedad la palabra amarillismo es muy común, no la topamos en el desayuno, en el almuerzo y hasta antes de dormir. Hace algunos años, un canal privado decidió darle un pequeño espacio a un programa, que en principio narraba historias extremas y de aventura. Con el pasar del tiempo y una autorreflexión profunda, dio un giro de 180 grados y su formato cambió totalmente.
Amarillista, sensacionalista o producto de la ficción, son las múltiples definiciones que se le ha otorgado al programa de todos los sábados en la noche “Especiales Pirry”, (su nuevo nombre). Pirry, el mentor de este programa es un Boyaco de 39 años a punto de saltar al cuarto piso. Suele parecer demasiado extraño pero este amante de las letras y de las historias, empezó su rollo estudiando Zootecnia, estudios que culminaron en 1996. Sin embargo solo le bastaron 5 años (2001), para emprender su tan anhelado sueño: erizarle la piel a millones de colombianos, con su estructura narrativa y su sagaz forma de interpretar los hechos de quien protagoniza la historia.
Sé que para muchos de ustedes, Pirry es el tipo de personaje que utiliza las herramientas según su objetivo. Aquí no se pretende definir una posición a favor o en contra, sólo se pretende establecer un análisis no desde el punto de vista ideológico o periodístico, sino social, cultural y semiótico. Porque ha decir verdad, aunque algunos lo cataloguen “el maestro de títeres”, no se puede negar que cumple su finalidad, concienciar y hacer reflexionar a una sociedad ciega, sorda y hoy por hoy muda, porque como opina Pirry "no es peligroso pensar, pero sí abrir la boca”, de hecho tiene toda la razón.
Tal vez, los analistas experimentados, los críticos periodísticos, sabrán mucho más del tema y dirán que estoy equivocada. Pero cuando observo a mis padres, a mis amigos del barrio, y mucha gente los sábados en la noche, pegados del televisor e interesados por un tema, que por más que parezca aburridor, en ese momento tiene todo el interés del mundo, entiendo que Pirry por más amarillista que sea, encontró la forma o el método indicado para que esta sociedad, en la que ya no nos asombramos por las bombas, las balas y la maldad, haga parte de una unidad social, de un país que pide a gritos una reflexión más allá, más profunda, menos individualista, menos apática y más humana.
Sería un atentado contra mi ética, no plasmar las opiniones en contra y favor, polos opuesto, aunque dicen atraerse esta es la excepción. Las dos caras de la moneda puesta sobre el mismo papel.
Jaime Palma, un crítico empedernido de los hechos cotidianos, cuenta su opinión desde el cielo bajando hasta el infierno: “Algunas veces, el programa se puede tornar interesante cuando toca temas de coyuntura que pueden estar a favor de la sociedad. A manera de ejemplo, cuando ha tratado temas como la donación de órganos o las investigaciones acerca de drogas ilícitas y conflicto armado. Temas que, como decía anteriormente, son en muchas ocasiones importantes a la hora de aportar en la búsqueda de una posición crítica de la persona que ve el programa en un contexto social más amplio.
De otro lado, muchas otras veces, el programa adquiere un matiz sensacionalista que, en mi opinión, no contribuye para nada si el televidente no está bien informado. Entonces, algunas temáticas como los desnudos, el aumento de la violencia en las ciudades (con imágenes reales) entre otras, pueden llegar a alarmar dado el desconocimiento real en términos de cifras cuando muchas veces el programa solo se dedica a mostrar imágenes impactantes que no tienen un sustento empírico
(me refiero a cifras acerca del tema específico), lo cual, en últimas, demuestra el bajo nivel cuando de investigación se habla; en una palabra, la imagen se convierte, de alguna manera, en “terrorismo social”, -asusta a la audiencia desconociendo la realidad.
Finalmente, si se trata de dar una respuesta: ni a favor ni en contra, o mejor, a favor cuando hay un buen uso de las técnicas de investigación, en contra, cuando estas últimas se desconocen.”
Como lo argumenta Jaime Palma, Pirry, ha creado una estrategia comunicativa, sin armas, sin violencia, dejando atrás toda excusa de que las balas son la interpretación de una ideología, que para mí, se quedo en el olvido o tal vez en mitad del camino. Sin embargo hace referencia al terrorismo social, con imágenes demasiado pesadas para una audiencia poco ilustrada. Allí cae en el error, error de todo método: “el fin justifica los medios”.
Método que todos cuestionan, pero mis preguntas son: ¿en una sociedad que ya no se asombra con nada, ni siquiera con la magnitud de esta violencia, pretendemos que sean una sociedad con un corazón latente? ¿Qué puedan llegar a sensibilizarse con las pocas, superficiales y hasta plásticas noticias de los medios, cuando estos no cumplen sino la función de reciclar? ¿Cuándo la palabra egoísmo nos marca como reces de ganado? Yo creo que no. Se necesita un relato, una historia de vida verdadera, un testimonio que toque la piel. Porque cortar vendas, destapar cañerías, y matar el silencio de nuestras gargantas, es un poco difícil, y yo más que nadie creo en la palabra, en las historias, en lo real, más no creo en utopías y promesas falsas, en “mesías salvadores”, en imaginarios, en medios corruptos y comerciales que juegan con la ideología de la gente.
Pirry, en la literatura y en su voz, encontró la herramienta perfecta –o imperfecta- para hacer de esta sociedad, algo mágico y real. Admitiendo errores en su modelo comunicativo, sin embargo, en este punto comprendo la magnitud de ceguedad que la sociedad padece, cuando solo se asombra como lo dice él “las bombas le estallan en la cara”.
“ANDALUCIA SE QUEDO SIN POETAS
PORQUE ANCHA ES CASTILLA”
Ximena Durán
Por: Ximena de la “D”
Hoy en día en, nuestra sociedad la palabra amarillismo es muy común, no la topamos en el desayuno, en el almuerzo y hasta antes de dormir. Hace algunos años, un canal privado decidió darle un pequeño espacio a un programa, que en principio narraba historias extremas y de aventura. Con el pasar del tiempo y una autorreflexión profunda, dio un giro de 180 grados y su formato cambió totalmente.
Amarillista, sensacionalista o producto de la ficción, son las múltiples definiciones que se le ha otorgado al programa de todos los sábados en la noche “Especiales Pirry”, (su nuevo nombre). Pirry, el mentor de este programa es un Boyaco de 39 años a punto de saltar al cuarto piso. Suele parecer demasiado extraño pero este amante de las letras y de las historias, empezó su rollo estudiando Zootecnia, estudios que culminaron en 1996. Sin embargo solo le bastaron 5 años (2001), para emprender su tan anhelado sueño: erizarle la piel a millones de colombianos, con su estructura narrativa y su sagaz forma de interpretar los hechos de quien protagoniza la historia.Sé que para muchos de ustedes, Pirry es el tipo de personaje que utiliza las herramientas según su objetivo. Aquí no se pretende definir una posición a favor o en contra, sólo se pretende establecer un análisis no desde el punto de vista ideológico o periodístico, sino social, cultural y semiótico. Porque ha decir verdad, aunque algunos lo cataloguen “el maestro de títeres”, no se puede negar que cumple su finalidad, concienciar y hacer reflexionar a una sociedad ciega, sorda y hoy por hoy muda, porque como opina Pirry "no es peligroso pensar, pero sí abrir la boca”, de hecho tiene toda la razón.
Tal vez, los analistas experimentados, los críticos periodísticos, sabrán mucho más del tema y dirán que estoy equivocada. Pero cuando observo a mis padres, a mis amigos del barrio, y mucha gente los sábados en la noche, pegados del televisor e interesados por un tema, que por más que parezca aburridor, en ese momento tiene todo el interés del mundo, entiendo que Pirry por más amarillista que sea, encontró la forma o el método indicado para que esta sociedad, en la que ya no nos asombramos por las bombas, las balas y la maldad, haga parte de una unidad social, de un país que pide a gritos una reflexión más allá, más profunda, menos individualista, menos apática y más humana.
Sería un atentado contra mi ética, no plasmar las opiniones en contra y favor, polos opuesto, aunque dicen atraerse esta es la excepción. Las dos caras de la moneda puesta sobre el mismo papel.
Jaime Palma, un crítico empedernido de los hechos cotidianos, cuenta su opinión desde el cielo bajando hasta el infierno: “Algunas veces, el programa se puede tornar interesante cuando toca temas de coyuntura que pueden estar a favor de la sociedad. A manera de ejemplo, cuando ha tratado temas como la donación de órganos o las investigaciones acerca de drogas ilícitas y conflicto armado. Temas que, como decía anteriormente, son en muchas ocasiones importantes a la hora de aportar en la búsqueda de una posición crítica de la persona que ve el programa en un contexto social más amplio.
De otro lado, muchas otras veces, el programa adquiere un matiz sensacionalista que, en mi opinión, no contribuye para nada si el televidente no está bien informado. Entonces, algunas temáticas como los desnudos, el aumento de la violencia en las ciudades (con imágenes reales) entre otras, pueden llegar a alarmar dado el desconocimiento real en términos de cifras cuando muchas veces el programa solo se dedica a mostrar imágenes impactantes que no tienen un sustento empírico
(me refiero a cifras acerca del tema específico), lo cual, en últimas, demuestra el bajo nivel cuando de investigación se habla; en una palabra, la imagen se convierte, de alguna manera, en “terrorismo social”, -asusta a la audiencia desconociendo la realidad.Finalmente, si se trata de dar una respuesta: ni a favor ni en contra, o mejor, a favor cuando hay un buen uso de las técnicas de investigación, en contra, cuando estas últimas se desconocen.”
Como lo argumenta Jaime Palma, Pirry, ha creado una estrategia comunicativa, sin armas, sin violencia, dejando atrás toda excusa de que las balas son la interpretación de una ideología, que para mí, se quedo en el olvido o tal vez en mitad del camino. Sin embargo hace referencia al terrorismo social, con imágenes demasiado pesadas para una audiencia poco ilustrada. Allí cae en el error, error de todo método: “el fin justifica los medios”.
Método que todos cuestionan, pero mis preguntas son: ¿en una sociedad que ya no se asombra con nada, ni siquiera con la magnitud de esta violencia, pretendemos que sean una sociedad con un corazón latente? ¿Qué puedan llegar a sensibilizarse con las pocas, superficiales y hasta plásticas noticias de los medios, cuando estos no cumplen sino la función de reciclar? ¿Cuándo la palabra egoísmo nos marca como reces de ganado? Yo creo que no. Se necesita un relato, una historia de vida verdadera, un testimonio que toque la piel. Porque cortar vendas, destapar cañerías, y matar el silencio de nuestras gargantas, es un poco difícil, y yo más que nadie creo en la palabra, en las historias, en lo real, más no creo en utopías y promesas falsas, en “mesías salvadores”, en imaginarios, en medios corruptos y comerciales que juegan con la ideología de la gente.
Pirry, en la literatura y en su voz, encontró la herramienta perfecta –o imperfecta- para hacer de esta sociedad, algo mágico y real. Admitiendo errores en su modelo comunicativo, sin embargo, en este punto comprendo la magnitud de ceguedad que la sociedad padece, cuando solo se asombra como lo dice él “las bombas le estallan en la cara”.
“ANDALUCIA SE QUEDO SIN POETAS
PORQUE ANCHA ES CASTILLA”
Ximena Durán
No hay comentarios:
Publicar un comentario