martes, 7 de abril de 2009

LA SEDUCCIÓN DE JAZZ COLOMBIA

Antonio Arnedo y un Saxofón

Por: Ximena de la "D"

La seducción de un saxofón, la melodía de unas notas musicales, el paraíso terrenal de su Colombia y la diversidad cultural, enamoraron a Antonio Arnedo de la música. Quizás no parecerá tan familiar su nombre, pero este músico colombiano de sangre, es uno de los compositores y cantantes de jazz colombiano, más importante del país.

Empezó hace mucho años cuando era un joven apasionado por la geología, pero como dice la canción “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, y Arnedo no fue la excepción. La música lo atrapó en uno de sus sueños: “ser grande en esta vida”. En la década del 90’ llega macumbia, travesía, orígenes y encuentros, discos que mezclan la exploración de grandes géneros musicales. Sin embargo el volcán hizo erupción, con su último disco Colombia, cuando presenta una reconstrucción de la diversidad musical, haciendo parte de una investigación que lo hizo merecedor a ser el mejor jazzista colombiano.

Sus ritmos hacen erizar la piel, latir más rápido el corazón, nacer las ganas de gritarle a esta patria, curarle el alma y sanar las heridas con una simple melodía.

El jazz colombiano, no es más que la reconstrucción histórica musical, mezclada con el toque sutil de la contemporaneidad, formando así la melodía que hace suscitar a flor de piel, las pasiones de cualquier habitante de la tierra. La batería es el alma de la fiesta, un saxofón el fruto de la seducción, un bajo las melodías del ritmo de la tierra y un piano encarna en sus manos las notas dulces de la vida.

Utópico e idealista se le puede llamar a Antonio Arnedo, en él las raíces de Colombia vuelven a resurgir, es algo así como darle vida a lo inerte, a lo vacío y a lo llano. Es un personaje inspirador, esperanzador, y más aún, un valiente con un arma tan poderosa como la misma bomba atómica, su música.

Las estrellas lo miraran con envidia y con deseos, sin embargo no es esquivo a ellas, todas las noches mirando hacia la luna con un toque de una buena melodía, da las gracias a la música por crear la nueva esperanza en un mundo y un país atados de pies y manos, por un enemigo inmune a toda cura, la violencia.

Antonio Arnedo, logró armar el rompecabezas de una cultura, olvidada por todos encontró el dulce sabor de la cereza en dos simples palabras: jazz Colombia.




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